Putin suprime el último bastión de la disidencia cancelando las elecciones a alcalde en varias ciudades.
Putin suprime el último bastión de la disidencia cancelando las elecciones a alcalde en varias ciudades.
Pascual Garcés Laura Jimena
Ahora la recentralización de Rusia se ceba con destacados ayuntamientos, que se convirtieron en exitoso laboratorio de una disidencia que ahora ha de ser extinguida. La última víctima es Novosibirsk, la tercera ciudad más grande del país. Las autoridades han cancelado las elecciones directas a la alcaldía. Los comicios también acaban de ser abolidos en Koltsovo, una ciudad ubicada a unos 25 kilómetros de Novosibirsk. Moscú y San Petersburgo son ahora las únicas ciudades importantes donde el electorado elige directamente al alcalde.
Los vecinos de Kemerovo y Novokuznetsk, dos importantes urbes de Siberia, tampoco pueden elegir al regidor desde 2019. "Los políticos locales no tenemos mucho poder, pero al gobierno central no le gusta que nos hagamos fuertes en ciudades importantes", explica Radislav Poluikov, concejal de distrito en San Petersburgo: su junta municipal acaba de ser disuelta. Su compañero de bancada durante años, Nikita Yurefiev, denuncia que el régimen quiere "destruir los restos de la democracia". Apunta que con las nuevas enmiendas a la constitución aprobadas en 2020, el gobierno municipal pasa a ser parte de una administración estatal única, sin separación de poderes, "con rasgos de autoritarismo militar, quieren controlarlo todo de arriba a abajo".
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